Friday, February 28, 2014

Ciencia empática, es la que puede fundamentar una Crítica Cinematográfica propositiva (Imaginero Macías)

Fragmento del artículo
¿ES POSIBLE UNA EPISTEMOLOGÍA DE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA?
(verlo completo en: LINK)

Sección iii
Con alcance relativizado, es posible la CRÍTICA del Cine.


 No existe la ciencia única, ni el método universal para validar el conocimiento científico generado. Tampoco existe un fundamento único para el desarrollo de las disciplinas humanas denominadas ciencias . Si tenemos una piedra enfrente y sucesivamente podemos tocarla y afirmar todos que está ahí, podría con cierta confianza afirmarse su existencia. Este es el más comúnmente conocido de los fundamentos científicos, la empiria, la experiencia sensorial intersubjetiva. Como alguna vez falla, se necesita un método que permita afirmar algo sobre “la piedra” con ajustes sucesivos y colaborativos, de tal manera que permita generalizar un concepto con algo de certeza. Este proceso inductivo es lo que se suele afirmar popularmente como ciencia. Pero realmente ésta no se limita a esta forma de avance. Esa ciencia empírica es sólo una parte del cuerpo de la ciencia humana. Esta primera acepción es complementada por aquél que encuentra UN caso (con uno basta) en que no se cumpla lo afirmado conceptualmente. Si descubro una histeria colectiva que nos induzca a creer que hay una piedra frente a nosotros pero por otros medios muestro que no hay tal y despertamos del espejismo, todos terminamos sabiendo mucho más, no sólo de las piedras sino de los trucos de la percepción. A este proceso de buscar negar las afirmaciones encontrando contra-ejemplos y que lógicamente declara falso tal conocimiento inicial, es el más efectivo (y menos conocido) método científico. Este proceso lógico-deductivo es el mecanismo que más ha hecho avanzar la ciencia. Al encontrar el engaño aprendo más de la cosa y de mi mismo. Es un ejercicio eminentemente racional, de lógica formal, alimentado por la afirmación primara (alcanzada inductivamente) que es negada por evidencia contraria y por ello requiere de nueva búsqueda y mayor contexto (buscar explicaciones más allá de lo conocido hasta ahora). El fundamento de esta ciencia racional no es empírico-material, sino lógico-racional. Si se afirma que todos los cuadriláteros son rectángulos, pero me encuentro UNO que no lo es (como el rombo) mi razón me dice que la afirmación inicial es falsa. La validación, que le da más peso a un contraejemplo que a millones de casos afirmativos anteriores, la proporciona la lógica racional, no la prueba empírica aislada en sí.
Los barcos al alejarse de puerto desaparecen por el casco. Esto NO puede suceder si la tierra es plana. Unos dibujos (abstractos) en papel muestran a nuestra razón la incongruencia. Pero si la tierra NO es plana ¿Entonces cómo es? Tras ampliar los horizontes y reuniendo evidencia empírica se llegó a afirmar que sería redonda. Como NO es redonda ¿Entonces cómo es? La comunidad científica le ha encontrado cierto achatamiento por los polos y se definió una nueva figura geométrica (geóide) para conceptualizarla. Esta dialéctica de afirmación inductiva (ciencia empírica) y de negación deductiva (ciencia racional) ha hecho avanzar la cultura, el conocimiento del mundo físico y sobretodo la tecnología en el hemisferio occidental.
¿Pero cuando aquello que deseo conocer no está en el mundo físico y material externo, sino en el humano-social, mezcla de psiqué interna y acciones exteriorizables que encuentran reacción en otros como yo y me responden desde sus propias psiqués? Aquí es donde las categorías “objetivo” y “subjetivo” pierden todo sentido. ¿El mismo fundamento científico puede operar para estudiar y conocer a fondo la personalidad humana y social? No. Ahora ocurre la re-flexión. El que quiere conocer es idéntico con aquello que desea ser conocido. Ya no “está afuera” pero tampoco”meramente adentro” ¿Dónde se puede buscar fundamento si todos somos conocidos y conocientes al mismo tiempo? ¿Cómo le cree un psicólogo a su cliente cuando le cuenta que ve elefantes rosas? Según la ciencia empírico-racionalista esto es imposible. Pero de que está ocurriendo algo extraño, y sufre, es real. Si le dice que tiene pavor por los grillos no necesita traer uno para comprobarlo y verificar su fobia. Todo el discurso del cliente es congruente con lo que ha experimentado el mismo psicólogo en casos similares, con lo que ha aprendido en la universidad, con sus propias fobias… Esa congruencia sistémica que le permite ponerse en los zapatos del otro y COMPRENDER lo que está pasando esa persona es el fundamento de las ciencias sociales y humanas. Podría hablarse de “ciencia empática” (que asu vez se subdivide en otras ramas más famosas como la fenomenológica, hermenéutica, etc.). El proceso que da posibilidad a un método que dé certidumbre a esta empatía pasa necesariamente a través del uso del lenguaje, estructurado en una cultura particular, con símbolos y referentes comunes, en un contexto socio-histórico particular etc. Estas ciencias humano-sociales –también llamadas erróneamente cualitativas- están fundamentadas en la capacidad cultural del hombre de empatizar con sus congéneres dentro de un proceso de comunicación complejo, pero eminentemente racional 
Si hay un tipo de ciencia para abordar el fenómeno del cine y concretamente la validez y fundamentación de la crítica cinematográfica sería este tipo de ciencia “empática”. Como se puede ver, la empatía que surge entre cineasta y público permite que desde esta ciencia se pueda estudiar su interacción. Están los mismos elementos relacionados, de la misma manera: Un ser humano que desea expresar una experiencia psico-afectiva (y efectiva) que le sobrecoge y es impelido a codificar ésta en un lenguaje (cinematográfico) para que otro al interpretarla pueda extrapolar, de sus propias experiencias, e intente “colocarse” hipotéticamente en la situación planteada, ocurre tanto en el cine, como en el diván… Asimismo como la ciencia está constituida por diversas disciplinas, con diferenetes fundamentos complementarios, también al analizar el fenómeno tecnológico-social-artístico del cine todas las ciencias están convocadas. Pero las herramientas más útiles las proveerán las ciencias humano-sociales (sobretodo las interpretativo-hermenéuticas). Hay esperanza de un criterio “construíble” para reconocer a una excelente crítica de un denuesto, aunque ambos escritos “hablen mal” de una película. La finalidad no es defender a los cineastas, sino reconocer lo que más construye la tradición cinematográfica.

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