Friday, February 02, 2007

Crítica de Luis García Orso, para Children of Men

NIÑOS DEL HOMBRE

El cineasta mexicano Alfonso Cuarón tiene una filmografía tan versátil, excelente e internacional como La Princesita (1995), Y tu mamá también (2001), Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004). Su última película es la adaptación de la novela The Children of Men de la escritora inglesa P.D. James. Los niños del hombre (Reino Unido-Estados Unidos, 2006) se sitúa en la más oscura desesperanza, en el año 2027, cuando la humanidad se enfrenta a la inminente extinción, ya que en dieciocho años no se ha dado ningún nacimiento. El ser humano más joven acaba de ser asesinado en algún lugar de América Latina, y el destino parece estar sellado definitivamente con esta clausura de la vida. “Si no hay futuro para la humanidad, ¿cómo actuaríamos los seres humanos?”, se pregunta la autora de la novela. Y la respuesta sería: ¡Sin ninguna humanidad!

Las naciones han sido devastadas por el terrorismo y el caos, con excepción del Reino Unido, que sobrevive gobernado por un tiránico régimen neo-fascista que con mano de hierro impone el orden a un alto costo para la libertad, y reduce en míseros campos de concentración a los inmigrantes que creen encontrar en suelo británico un paliativo a un mundo en ruinas.

Theo Faron (Clive Owen), antaño activista social, tiene ahora una burocrática y ordinaria vida en Londres, sobrellevada con su afición a la bebida y al cigarro. Julian (Julianne Moore), quien fuera su pareja y con quien compartió el doloroso episodio de la pérdida de un hijo, ha seguido adelante con su vida y sus convicciones, y forma parte de un grupo clandestino (“Los Peces”) que luchan contra las autoridades y por los derechos de los inmigrantes.

La organización secuestra a Theo, para que, por medio del departamento oficial en el cual trabaja, consiga él los papeles que permitan el tránsito de una joven inmigrante de raza negra, quien no es una más de tantas. La joven Kee está embarazada y su vientre porta el milagro de la nueva esperanza de vida anhelada por todos. La misión de Theo es llevarla a un refugio llamado Proyecto Humano. Pero, ¿qué precio hay que pagar para apoyar y llevar adelante esta esperanza? ¿Y será cierto que un barco los espera para llevarlos al destino prometido? ¿Y si todo fuera un engaño y una represión más?

La trama contiene una simbología cristiana: Una joven doncella sin esposo espera un hijo que puede salvar la humanidad; el mediador es un hombre llamado Theo; la misión supone persecución, sacrificio y fe. La intensa y fascinante historia filmada por Cuarón nos hace sentir tan perturbados, acosados, sin defensas, al igual que los protagonistas de la trama; inmersos en la realidad fría y violenta retratada por el cinefotógrafo mexicano Emmanuel Lubezki, con un extraordinario trabajo de cámara en mano, que realmente nos arrastra por la persecución y nos mete dentro de esos lóbregos espacios, en busca de futuro y esperanza para la humanidad y confrontados en nuestra propia apuesta de fe.

Luis García Orso, S.J.

Enero 27 de 2007

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